Periódico ilustrado
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Nos ha dejado, con 21 años. Ludovic Ménard es un antiguo marinero del Karrek Ven.
Para tallar exactamente la parte baja de la roda, José preparó una maqueta de la parte que se encastra dentro de la quilla y de la pendiente de la contrarroda. También sirvió para ensayar la puesta de esta imponente pieza de 5 metros y 400 kilos. La roda salió primero de su taller de talla, rodando hasta el
pie del barco. Allí fue amarrada con una cuerda gruesa unida al
guindaste. Esto permitió levantar la parte superior. Una señorita
sujetando el medio de la roda completaba el dipositivo para elevar la
roda sin que esta se pegue demasiado al casco en la parte superior. Cuerdas
a los lados guiaban la colocación de la pieza. Llegando casi a
su sitio, estaba tan bien ajustada que fue difícil que se encastre
en su alojamiento. En la parte trasera, a babór, otro progreso importante en esta
restauración: la puesta de la primera tabla del forro (salvo los
de la cinta). Operación delicada también: había que
encontrar los lugares del casco en donde las tablas se torcerían
menos: encontrar la “inclinación natural”. En la parte trasera a estribor, Rafael coloca un elemento de la cinta muy bien incurvado. Veamos como logramos esa curva. Al salir de las siete horas en la estufa, el tiempo en que la pieza es lo bastante lábil para incurvarse es demasiado corto para colocarla directamente en su lugar del casco. Construimos un molde al lado de la estufa. Una serie de puntales asegura la curva que buscamos, que verificamos con una plantilla. La extremidad más incurvada se fija bajo una estructura metálica y la tabla es doblada con una señorita en la otra extremidad. Para evitar que se rompa, pequeños puntales son dispuestos sobre la tabla. Se apoyan sobre una viga metálica del techo. La tabla también tiene que tomar un ángulo a un lado, correspondiente a la inclinación del casco. Sin este, es imposible aplicar la tabla sobre las cuadernas. Este ángulo, minuciosamente calculado y preparado, se obtiene naturalmente con pequeñas cuñas con la altura deseada. Hasta ahora, nunca hemos conseguido un trabajo perfecto. A cada vez, un pequeño impevisto llega a perturbar toda la preparación. Pero luego, con prensas y gatos, acabamos siempre consiguiendo ajustar las tablas sobre el casco sin que se rompan. La situación¡Con la roda colocada, parece que las obras han acabado! No es
así, pero lo esencial ya está hecho. ¿Cuanto durará
el resto? Es difícil preveerlo. Exijimos siempre un buen ajuste
de las tablas del forro entre ellas y contra las cuadernas. Esto necesitra
más tiempo que lo normal. Pero el barco será más
sólido e impermeable. ¡La curva verde vuelve a levantar cabeza! Por primera vez desde hace bastante tiempo, las donaciones que llegaron esta semana superan los gastos. No abandonemos la curva verde. Hagamos que vuelva a rebazar a la roja! Para ayudar al Karrek ven, haga click aquí. |
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