Periódico ilustrado
de la restauración

23 de abril 2004 - n°35 -

 

 

Debajo de la quilla



La gran operación de la semana fué el descubrimiento de la parte inferior de la quilla: había que retirar el lastre, examinar el estado de la quilla, repararla en caso de necesidad.

Pernos reacios

Pensábamos que solo nos enfrentaríamos a un perno (el n°2), pero dos más se escondían bajo unas varengas que tuvimos que demoler (no pudimos conservarlas). Además, el primer y tercer perno estaban plantados ligeramente inclinados, para fijar mejor el lastre, pero por eso mismo, fueron más difíciles de retirar: no bastaba con cortar el perno por arriba (recordamos que tienen la cabeza cónica por abajo). Juan los calentó para desoxidarlos y luego los arrancamos con un gato, método ya bien conocido por el equipo del Karrek Ven.


Un “T” al revés de hierro fué soldado verticalemente sobre el perno. Sobre este soporte dispusimos dos gatos que se apoyan sobre la quilla, y el perno poco a poco fué saliendo por abajo (flecha amarilla sobre la foto).
Hay un riesgo sin embargo: que el perno, si ha sido fragilizado por el óxido, se rompa. (Esto sucedió para uno de los tres). La extracción se vuelve entonces mucho más complicada.

Una obra notable

El lastre fué bajando suavemente, retenido por cuerdas que ibamos soltando poco a poco, y por los gatos lo sostenían. Nos esperaba una sorpresa...

Pensábamos descender una pieza de fundición pegada a la pieza masiva de madera muy plana que es la quilla. No fué así. Entre las dos había una espesa capa de un material, el “blious” bretón: masilla mezclada con estopa y pintura. En casi toda la quilla, después de 60 años esta capa sigue intacta. Dos cojinetes de este material la cercan sobre la parte de hierro (el lastre). Son formados por dos ranuras debajo de la quilla. Estos cojinetes impiden que el agua penetre hasta los agujeros de los pernos. Pero eso no es todo. El lastre es en sí un poco más alto al lado de los cojinetes y alrededor de los pernos! Un trabajo muy bien pensado y cuidado que ha conseguido preservar a los pernos. Algunos fueron dañados, pero fué por la entrada de agua por el lado de la quilla atacado por los gusanos. La quilla, en su conjunto está en buen estado. No nos queda más que limpiarlo todo y volverlo a poner como estaba, con una capa nueva de “blious”. Solo hay un problema, y es importante: pernos como estos no existen, hay que mandarlos ha hacer y luego enviarlos al otro extremo del país para que sean galvanizados. Volveremos a colocar el lastre antes para que la quilla no trabaje demasiado. Lo fijaremos cuando lleguen los pernos. Hemos empezado a retirar la otra parte del lastre, pero es más complicado porque algunos pernos están hundidos bajo el amontonamiento de piezas de la parte trasera. La semana próxima explicaremos como conseguimos retirarlo.

Los otros talleres siguen su curso

Sigue la fabricación y la instalación de los durmientes de cubierta. Asegurarán la solidez de las cuadernas en las partes altas. El emparejamiento también continúa. Por fin, el tronco para la roda ha llegado!

Una hermosa pieza que ahora hay que cortar. Como no tenemos el equipo de un aserradero, estamos construyendo un dispositivo para cortarlo. Daremos más información la semana que viene.

La situación

El trabajo sigue progresando, pero no tan rápido como quisiéramos. Los obstáculos siguen surgiendo y nos ralentizan.
Nos enfrentamos a nuevos problemas. Las herramientas que hay que cambiar tardan mucho en llegar. El abastecimiento en madera sigue siendo lento...
Por fin, necesitamos urgentemente a una persona que le eche una mano al responsable de la restauración, el único que va todo el día de equipo en equipo aconsejando, organizando, estimulando, ayundando... Una persona sola no basta. El trabajo es más fácilmente ralentizado y siempre corremos el riesgo de un error irreparable.
Emmanuel, un antiguo tripulante del Kerrek Ven acaba de llegar para ordenar todas las cosas del Karrek Ven que desembarcamos desordenadamente. Tatiana, una futura tripulante ha decidido venir a ayudar príximamente y Sebastián, otro antiguo tripulante llega a principios de Mayo para iniciarse al trabajo de carpiuntería naval. Estas ayudas son necesarias, pero seguimos necesitando a un carpintero naval del exterior y a un segundo jefe de obras (que podría ser el mismo carpintero)

Gastos más importantes esta semana, pero gracias a una nueva donación, la curva verde sigue por encima de la roja. La madera aún no ha llegado, y por lo tanto no ha sido pagada. Participe en su compra: es para acabar con un bellísismo conjunto de cuadernas!
Necesitaremos 2600 €uros. Se puede mandar un cheque a la SAMKV o hacer un giro por Internet (a la cuenta del responsable de la restauración, o incluso directamente al aserradero (pedirnos las informaciones bancarias).

 


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