La gaceta del astillero
Seguimos, durante estas vacaciones (para nosotros no), la gaceta.
Está cayendo un diluvio.
Los rayos caen alrededor del barco.
La cubierta y el toldo ya no son impermeables. Nos tuvimos que refugiar
con el gato y el perro bajo una lona.
Estación de lluvias...
Empezadas hace ya 11 meses, las obras de la restauración no se detienen.
Mickey en el astillero

El barco del Capitán Garfio no tiene buen aspecto bajo la lluvia, pero
Mickey parece guardar el ánimo en alto.
¿Un Mickey con un metro? ¿Que cosa es esta?
La respuesta viene en la foto siguiente.

Otro Mickey a salido detrás del primero.
Es el maestro carpintero Cesar, regañando a Francisco acostado debajo
del barco. Con la lijadora en la mano, echa una nube de polvo. Son los
lomos bajo la quilla. Tenía que haber sido más cuidadoso al reparar esta
pieza por debajo. Quitar las placas metálicas (en rojo oscuro) no fue
sin interés para la historia del barco.
Muchas constataciones.
-No somos los primeros en quitarlas. Ocultaban viejas reparaciones sobre
la quilla, entre las cuales ¡una pieza de pino! (que reemplazamos por
una pieza de madera dura).
- Esta parte trabaja mucho con las vibraciones de la hélice, las torsiones
de esta gran deriva y con el peso y los movimientos del timón pero ha
aguantado bien. La vieja madera de roble es muy dura. Talvez estemos cerca
de la raíz del árbol, y esto explica la forma torcida en esta extremidad
del barco, y algunas piezas de relleno, quizás entre las raíces del árbol...
Jugamos a ser Sherlock Holmes. Las grandes placas de hierro refuerzan
también esta parte. Desde el principio los capitanes tuvieron que trabajar
sobre ellas: se ven reparaciones múltiples. Acerca de estas placas, he
aquí un misterio: observe la madera que recubren en el número anterior.
Una herradura ha sido tallada en el codaste a los dos lados. ¿Para que?
Si alguien tiene la solución, que nos la de rápidamente. Nótese que los
dos brazos de la herradura van más allá de la unión inferior codaste-quilla.
( Unión que se sitúa arriba del triángulo rojo en una punta del alefriz.
Las placas estaban globalmente en buen estado, salvo abajo en la parte
trasera. Juan, nuestro especialista del hierro la ha cambiado. Pintada
con epoxy, debería durar bastante tiempo. Juan y su colega Luis Miguel
también hicieron los 22 pernos y los 5 clavos grandes que las mantienen.
Cortaron una barra lisa (1/2 pulgada) y roscaron una extremidad, calentaron
el otro lado con el soplete con poquísimo oxigeno para no quemar el metal
(consejo de un amigo de paso) y la martillaron para forjar la cabeza.
Los clavos también fueron forjados y acabados con esmeril. Sebastián y
Antoine salen nuevamente al otro lado del país para galvanizarlos, con
otro lote de pernos. ¡Así tendremos clavos y pernos mejores que los de
verdad!
Wilson y Brother

Los carpinteros 3 y 4 (por orden de antigüedad) son hermanos.
Wilson (aquí arriba) se encarga sin descanso del emparejamiento del casco
en el interior y el exterior. Es uno de los encantos de esta restauración:
volver al trabajo ya hecho. ¡Pero esto demuestra que nos estamos perfeccionando!
El primer trabajo ya no nos satisface. Dulce ruido de la lijadora y nubes
de aserrín irritante. Pero el casco es cada vez más regular y suave de
acariciar con los ojos. La llegada del nuevo cargamento de madera ha sido
retardada hasta la semana que viene con la esperanza de que todo el pedido
esté listo. No creemos que sea posible ya que durante el invierno los
camiones no pueden circular por la selva.

José, sobre las cuadernas bien alisadas por su hermano, coloca dos durmientes
(3 y 4). Es el cinturón del barco. Ya es hora de terminarla: el vientre
del barco tendería ha distenderse con el tiempo y los golpes de mandarria
que recibe para plantar los pernos ciegos.
1: Contradurmiente, uniendo la tapa (la cubierta) y la olla (el casco).
Pernos provisionales son fijados para que el barco no se abra como una
sandía. Los definitivos vendrán con lo nuevos baos de cubierta.
2: Los durmientes, sobre los cuales se apoyan los baos. Estas piezas,
con extremidades complicadas, son metidas en la estufa y dejadas enfriar
una noche sobre un molde (la pieza antigua generalmente).
La carpintería, un asunto familiar

Este aprendiz atento y minucioso es Frangel, unos de los hijos de Cesar.
Se ha ganado la tarea de restaurar los tanques de agua.
Apacible y concienzudo, lleva solo su trabajo.
Dos más intentaron hacer este trabajo desagradable (lijar fibra de hierro...¡pica
mucho!) y delicado. Frangel lo hace muy bien, y lo hace sonriendo. Esta
semana empieza con la resina.

Podría ser uno de los marineros de Henri de Monfreid.
Es Junior, el hermano mayor de Frangel. Amable y servicial, ayuda a quien
lo necesita, trabajando en puestos diferentes. Quería ser peluquero pero
la economía decidió otra osa. El hermano de Cesar es Rafael, el carpintero
n°2, paciente y concienzudo. Trabaja con sus dos hijos Carlos, siempre
sonriente y trabajador y José, un poco menos trabajador. Agreguemos a
esta tribu a Alfredo, otro aprendiz, sobrino de Cesar el patriarca del
ratón Mickey.
El futuro
Próximamente pondremos al día la página de las “Ultimas noticias”. Los
amigos de las actividades del Karrek Ven, los candidatos para futuras
expediciones, los equipos de investigadores, los periodistas, los artistas
que quieran embarcarse encontrarán respuestas a sus interrogaciones.
El presupuesto
"Ni huesos ni croquetas! Solo restos de macarrones y tallos de brócoli...¡Ayúdenme!"
Sigue siendo nuestra gran preocupación. Desde el llamado de la operación
Arco-iris, las donaciones han vuelto, en particular por personas que conocieron
al Karrek Ven en su época pesquera.
Gracias a los que entran así en las obras del Karrek Ven, y gracias a
los que han renovado su participación. Esto nos sube el ánimo, pero seguimos
siendo deficitarios ya que las donaciones no cubren los gastos de la semana.
Necesitamos un volumen mayor de donaciones, y algunas aportaciones importantes
de 5000 o 10 000 euros.
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