Mantenerse en forma

La tercera tanda de madera ya llego
Cada vez que vamos al acerradero, traemos más madera ! Casi 8 toneldas
esta vez. Trajimos en particular la roda, una pieza grande de “Puy” (Tabebuia
avellanadea), de 5 metros de largo, con una sección de 30 cm por
50 y de 800 kilos que descargamos astuciosamente sin maquinaria: empujando
la pieza furea del camión hasta que un extremo toque tierra y poniendo
llantas por debajo. Luego, adelantamos el camión... y la pieza aterrisa.

Las tablas para forro del barco han llegado también y son más ligeras
(75 kg cada una!)
Mantenerse en forma
El Karrek Ven está sostenido por unos treinta puntales: unos maderos
de pequeño diámetro para la mayoría. Impiden que el barco caiga sobre
su flanco, pero sobre todo evitan que el casco se deforme, manteniendo
los baos.

¡Pero eso no basta! Para evitar que el barco se abra, cables y tensores
dispuestos en el interior mantienen sus flancos desde el pricipio de las
obras. Como estos cables estaban sujetos a durmientes antiguos, hubo que
cambiarlos. Ahora están atados, desde el exterior, a tablas grandes y
gruesas, y pasan a traves de las cuadernas.

Para mover el barco (dentro de dos semanas), completaremos con unas gruesas
vigas, que hemos traido con la última carga de madera, puestas en cruz
en el interior del barco. El Karrek Ven mantendrá su forma.
Preparar el durmiente
El de estribor ya está en su sitio. Preparamos ahora el de babor. Con
la cubierta apuntalada, podemos retirar los viejos durmientes y contra-durmientes
para instalar las piezas nuevas.

La cubierta ha sido abierta en los bordes, encima del durmiente. Esto
permite pasar los cordajes para halarlo y las prensas para fijarlo. En
el interior, lo fijamos en su lugar, siguiendo la curva del barco.

Hay que posicionarlo perfectamente para marcar los sacados que habrá
que hacer.

La precisión de este ajuste condiciona en parte la rigidez futura del
barco. Después, la pieza de madera es retirada para hacer los sacados,
y luego es colocada de nuevo, esta vez definitivamente y fijada con pernos.
El Karrek Ven recobra su maderaje.
La situacion
La descripción de la vida a bordo en el numero 9 de este diario ha sorprendido
a algunos. Nuestros amigos roedores (por ahora no tenemos ninguno) impresionaron
mucho, aunque son mucho menos incomodantes que el chorro de arena nocturno.
No queremos que los que quieren venir (aún así, han habido nuevos voluntarios
esta semana) se sientan atrapados. Esta aventura es interesante, pero
es una verdadera aventura, con sus plantas carnívoras y sus víboras de
cascabel, aunque tengan otra forma...
Gracias por estas propuestas de cooperación, ahora que hemos presentado
el panorama, podremos responderles. Gracias también a los que siguen ayundándonos
con donaciones. Una nueva colaboración esta semana, de 800 €uros,
y una nueva aportación al presupuesto de la restauración, ¡en forma de
2400 US $ de clavos de bronce magníficos y eternos! Han llegado hoy mismo.
¡Ahora podremos clavar las tablas!

En verde, el roble antiguo, sólido, que permanecerá en su sitio: quilla,
sobrequilla, piezas del codaste (la parte trasera del barco), varengas,
baraganetes.
En gris, la parte incierta, escondida por el forro. La examinaremos más
adelante.
En rojo, las cuadernas que hay que cambiar.
En amarillo, las cuadernas nuevas ya colocadas.Ya tenemos la madera para
las cuadernas, los durmientes y el forro de más de la mitad del barco,
y la que falta ya está pedida. 17 metros cúbicos en tres viajes. Durante
la semana que viene instalaremos los durmientes y los sujetaremos a las
cuadernas instaladas. Para no fragilizar el barco, en vistas a su desplazamiento
a otro sitio del astillero, más cercano al taller de carpintería, la roda
(su cambió será espectacular) y la mitad posterior (aún misteriosa) serán
tratadas después de este desplazamiento.
|