Periódico ilustrado
de la restauración

30 de enero 2004 - n°23 -

 

 

El cucharro de popa, elegante y misterioso

La exploración de la parte trasera continua.
Los descubrimientos son numerosos.
¿Quien, al subir a bordo, se preocupa por esta parte?
Los pescadores habían instalado un camarote, una mesa grande, dos literas y algunas estanterías. Después, este espacio sirvió para almacenar velas, poleas, cabos, tubos, estopa, brea, viejas bombas, etcétera, así como los tanques de grasa del timón y la hélice. Se entraba a buscar algun material o se venía a engrasar el timón o la hélice para luego salir doblado por la falta de altura.
La parte residencial del barco era la cámara grande, la antigua bodega para el pescado. Y ahora, ¡este pequeño compartimento sale a la luz! Es muy diferente del resto del casco, con su forma de medio platillo inclinado.

Varengas aladas

A la inversa de la zona de la quilla, en donde las varengas son más pequeñas y están encastradas, aquí las piezas de unión entre las dos partes extienden unas “alas” de dos metros de largo, a caballo sobre el cucharro de popa.
Abajo tienen dos triángulos que aprietan la pieza central. Dos varengas muy curvadas prolongan las dos alas y este conjunto, que remonta hacia la parte trasera, determina el medio platillo de la parte trasera.
En la foto de aquí arriba se ve el tubo negro y vertical por donde pasa la mecha del timón. El palmejal de estribor termina en esta zona mientras que los durmientes siguen hasta el fondo.
En el primer plano se ve la clavija dañada de una varenga que ha sido retirada. La clavija será reparada.

Una vista desde un andamio exterior, a estribor.
La varenga está tallada en bisel para recibir el segundo elemento de la cuaderna, paralela a aquella que ya está colocada.

Enclavijado

Juan y Luis disponen marcas precisas antes de colocar la varenga para taladrar un agujero por el que pasará la clavija. Es una operación delicada ya que no hay que agujerear el cucharro de popa para no debilitarlo: reutilizamos los agujeros de las clavijas viejas. Los de las nuevas clavijas deben prolongarlos, con la misma inclinación en los dos planos.
No encontrábamos barras lisas galvanizadas para fabricar las clavijas. Un taller artesanal se ofreció entonces para galvanizar el hierro que le lleváramos, pero lo que hicieron fué recubrirlo de estaño.
Esto nos extrañó muchísimo Sin embargo, según las informaciones que hemos recogido en Internet o que nos han dado viejos artesanos, esta protección es aún mejor que la galvanización con cinc ya que el estaño se corroe menos. Sin embargo, existe cierto peligro a que hayan microfisuras, ya que entonces, el óxido ataca salvajemente la pieza...
Esto no es más que un contratiempo. El cinc (galvanización) protege mientras no haya sido destruído por el óxido. El acero inoxidable conlleva los mismos riesgos que el estaño, y además, no es más resistente que el cinc a la electrólisis.

Elegantes cuadernas

Suben al abordaje de la cubierta, con una elegante curva cóncava, inmediatamente prolongada por una curva convexa.

Luis trae uno de los triángulos de las varengas. En la cálida luz de la mañana, las varengas nuevas y viejas, suben hacia el cucharro de popa. Detrás de estas, se encuentra la hélice.

Por la ancha apertura de la parte trasera, se pueden ver dos piezas antiguas, una varenga y una cuaderna, que aún no han sido retiradas.
Nótense las formas sorprendentes de estas piezas.

Seguimos sin lograr contratar nuevos carpinteros: vienen a ver el barco, miran y se van, asustados por el tamaño de estas piezas, sin ninguna gana de manipularlas y tallarlas como lo hacen Cesar y Junior, ni de colocarlas, como Juan y Luis, a varios metros de altura.

La situación

La parte trasera ha progresado mucho esta semana.
Necesitábamos un tiempo de adaptación a este nuevo estilo de varengas y cuadernas, y a la difícil tarea de colocarlas en su sitio. Sin embargo, seguimos sin refuerzos de mano de obra.
Nuestra página web está poniendose al día, en particular en lo que trata de los refuerzos esperados para reacondicionar el material del barco, y para, un poco más tarde, rehacer el interior, los circuitos de agua y electricidad, etc...
También planteamos propuestas de expediciones futuras y respondemos a los candidatos.
Las finanzas siguen siendo la espada de Damocles ya que ninguna gran aportación ha llegado desde hace mucho tiempo. Vamos muy apretados desde mediados de diciembre. Además, dos nuevas compras de madera se acercan: la roda y nuevas cuadernas y palmejales. Las asociaciones que nos apoyan se han puesto en campaña, pero solo son un enlace y un estímulo para las personas, que son los actores principales. Ver la página, “financiamiento” de nuestra web.

Dos donaciones inesperadas esta semana salvaron a la curva verde de un beso fatal de la roja...
¡Son las buenas sorpresas de las consultas en línea de nuestra cuenta bancaria! Gracias, claro que sí, a los que han hecho esta aportación. Se suman así al grupo de los que recibirán este diario cada semana. También les invitamos, como a todos los que han colaborado, a un crucero de agradecimiento una vez terminada la restauración del Karrek Ven. Pero claro, necesitamos saber quienes son...

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