Periódico ilustrado
de la restauración

23 de octubre 2003 - n°9 -

 

 

Problemas de parejas

-Cesar, aquí no se juntan!
- ¿Como? Pero si copiamos exactamente la antigua...
A medida que avanzamos hacia la proa con sus formas agudas, se hace más dificil ajustar las parejas de cuadernas. Lo sabemos, tenemos mucho cuidado y sin embargo, las parejas no concuerdan perfectamente.

¿Que paso?

Aldo, el maestro carpintero, viene a ver.

Las cuadernas viejas estaban podridas del lado exterior y la reproducción exacta de sus curvas , y sobre todo del sesgo cada vez más acentuado que deben tomar para quedar bien colocadas con respecto al eje del barco, se hace muy difícil. Su sección, cuadrada para las cuadernas de los flancos, se asemeja más a un rombo aquí, cerca de la proa. Hay que restablecer la forma del casco con una serie de listones clavados sobre las nuevas cuadernas y sobre las viejas que aún quedan, y, si hace falta, medir a partir de allí el ángulo frente a cada listón. Pronto quitaremos uno de cada dos o tres pares de cuadernas para conservar la forma original del casco.

Mientras tanto, no nos queda más remedio que quitar el elemento mal ajustado de la cuaderna, y arreglarlo con el cepillo eléctrico.

La espera de la familia Durmiente

Durmientes, contra y bajodurmientes son tallados y moldurados. Procedemos, para cada durmiente, a los sacados que corresponden a los baos de cubierta. Pero estos durmientes tendrán que esperar antes de ser colocados: las cuadernas en las que se apoyarán deben estar todas en su sitio, y todavía nos queda hacer los sacados en los barrotes que reposan sobre el contra-durmiente.

Un corte del conjunto muestra como se disponen todos estos elementos. El perno horizontal mide 40 cm. Es el grosor del barco en ese punto!

La vida a bordo

¡Es espartana! Muchas personas quieren venir a ayudarnos. Tienen que saber que estamos acampando en una cubierta atestada de cosas, con una cocina precaria en medio de las obras.



El baño está sobre la cubierta con una ducha mínima. Lavamos la ropa en un cubo. Por la noche, nos acostamos sobre una colcha en algún rincón o tendemos una hamaca. El ruido es casi constante: máquinas por el día, compresor y chorro de arena por la noche. A veces la arena recubre la cubierta. A esto hay que agregar, aunque no sean tan molestos, mosquitos, cucarachas y algunas ratas. Hemos establecido con ellos un modus vivendi excluyendo a los roedores con quienes no queremos compartir nuestras provisiones. Por fin, hay que estar muy atento a sus pertenencias o desaparecen enseguida: los ladrones merodean día y noche a pesar de las rondas de guardias armados que no parecen auyentarlos...


Sin embargo, para alguien a quien apasionan los barcos, es un sitio incomparable de observación de las técnicas de mantenimento. El Karrek Ven está rodeado de barcos de pezca, algunos de madera y reparados de forma tradicional, otros de hierro. La reconstrucción de nuestro barco es una fuente inagotable de reflexiones y de aprendizaje. Nuestro trabajo consiste por ahora en ayudar a los carpinteros, preparando su trabajo a bordo, echándoles un mano, discutiendo con ellos de los problemas técnicos por resolver y comprando los materiales. Hay mucho que hacer para alguien motivado, trabajador y buen compañero. De otra forma, le decepcionará y se convertirá en una carga para nosotros.

Evaluación

 

Un tercio de las cuadernas ( la parte transversal de la osamenta) están en su sitio. Un cuarto del bordaje (elementos longitudinales) listo para ser colocado. El Karrek Ven será entonces lo bastante sólido y rígido para ser desplazado a otro lugar del astillero. Las obras avanzan, pues, a un ritmo satisfactorio. Los carpinteros esperaban ir más rápido, pero queremos una restauración minuciosa, tanto en el respeto del arte de los carpinteros bretones que reinscribimos en la madera a medida que la vamos sustituyendo, que en la calidad del trabajo y de los materiales.

Hemos recibido nuevas promesas de donaciones esta semana, por parte de amigos del barco y de antiguos jóvenes tripulantes del Karrek Ven. Hace un instante, un grán cheque de 5000 euros llegó de parte de la familia de uno de estos antiguos marineros! No se olvidan del viejo compañero... Por supuesto, algunas subvenciones serían bienvenidas para darle un empujón, sobre todo cuando empecemos a reacondicionar el interior. Pero, vistas las promesas de donaciones que se concretizan y las nuevas aportaciones, podemos pensar razonablemente que el Karrek Ven está salvado. Ya sea gracias a las amistades que hemos hecho por el camino o a los antiguos jovenes del barco y a sus padres, esto es muy prometedor. Quisieramos saber, para darles las gracias, quienes son los que han enviado un cheque de 135 euros y otro de 450 hace algunas semanas. Nuestra investigación en el banco no nos lo ha revelado. La Sociedad de Amigos del Karrek Ven sigue organizándose.


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