Periódico ilustrado
de la restauración

9 de septiembre 2004 - n°55 -

 

 

Mientras pasa Iván, el trabajo continúa


El huracán Iván ya pasó.
Desde hace tres días decían que subiría hacia el Norte perdonando a Venezuela. Pues no. La naturaleza sigue haciendo lo que quiere.


La flecha blanca representa la trayectoria del ojo desde Granada. Karrek Ven ha sido rozado por una franja, la franja sur que es la menos ventosa.
Sin embargo anunciaban vientos violentos, olas de 4 metros en nuestro golfo, bien protegido pero a ras del agua. Reforzamos entonces el mástil y el casco, olvidándonos mientras tanto de nuestra querida roda.
Todo empezó por una lluvia fenomenal que convirtió a Cumaná en ciudad lacustre. A bordo no quedó ni un sitio seco. El perrito temblaba sin saber en donde refugiarse. Eran las 11 de la mañana, pero todo estaba oscuro. Rayos surcaban el cielo y el trueno se oía por todas partes. Hacia las dos la lluvia bajó. Por teléfono nos decían que el huracán se acercaba a Margarita y que otras tormentas iban a golpearnos. ¿Que podíamos hacer, a parte leer? La historia de Gandhi en este caso. La no-violencia, en el momento más adecuado. Quizás eso nos salvó de cosas peores. La lluvia era suave, así como el viento. Durante la noche nos levantamos varias veces para constatar que del cielo cargadísimo sólo caían pocas gotas. Por la mañana, Iván ya se había ido y el trabajo podía proseguir.

La roda

Después de haber quitado la corteza, escogemos un lado de la roda (raya blanca en la foto de la izquierda) y José traza surcos para llegar hasta él. Carlos, apodado Snoopy por su corta estatura, rompe con la mandarria esos pedazos precortados. Pequeño pero activo y musculoso. Cuando ya ha terminado, Alfredo los acaba de volar con la hachuela. Es un proceso lento, pero si se trabaja continuamente, el trabajo avanza. La prueba en la tercera foto.

Cuando la pieza ha sido tallada groseramente, le aplicamos la plantilla realizada con la roda vieja. Tratamos de encontrar la mejor de la posición para un corte óptimo: el tronco tiene unas curvas muy pronunciadas, un tronco tortuoso. Si ganamos un poco por aquí perdemos algo allá...movemos la plantilla unos dos centímetros y volvemos a medir. Acabamos tomando una decisión. Cesar empuña la motosierra y con mucho empeño corta la madera siguiendo las vetas. Es difícil, pero hay un rendimiento mejor. La roda va tomando forma...

Apriétense el cinturón

El cinturón del barco es la cinta formada por dos series de tablas, una sobre la otra. Mantiene la parte alta de las cuadernas y sostiene el borde de la cubierta, el trancanil. Empezamos con la parte más difícil, la trasera. Montado sobre un barco vecino, el maestro Rafael dirige a sus dos aprendices que sudaron mucho para colocar esta gruesa tabla de 7 centímetros a pesar de haberla pasado por el vapor.

¿Pintura abstracta? No, es solo la parte trasera del Karrek Ven, con sus rellenos en donde se clavan o se empernan las tablas del forro, y aquí, la cinta. Antes de colocar las tablas, pintamos de blanco para proteger la madera y detectar fácilmente, más adelante, las fugas de agua eventuales.


Al otro lado, la parte trasera ya está hecha y colocamos la tabla siguiente, una tabla de 8 metros. El borde de la cubierta, de verde, será cambiado cuando acabemos el resto del casco.

Ya está colocada. No queda más que clavarla y empernarla. Otra línea se fijará justo por debajo. Estas tablas son muy gruesas y difíciles de aplicar. Por eso tardamos tanto. Las otras de solo 5 centímetros de ancho se pondrán con más rapidez. ¡Ojalá!

La situación

Una octava carga de madera está siendo preparada. Esperábamos que sería pequeña, pero será grande, formada por las gruesas tablas de 8 centímetros del trancanil, piezas macizas para reforzar la roda, además de otras piezas que faltan.
Aún no tenemos las tablas para la cubierta, ni del suelo en el interior. Haremos un pedido de clavos de bronce ya que el primer pedido no tomó en cuenta muchos trabajos que al final tuvimos que hacer. Todo avanza bastante bien, pero para hacer un buen trabajo hay que tomarse el tiempo, y pagar el precio. No han habido respuestas a nuestra propuesta de formar una tripulación que se encargue del barco y ayude a acabar las obras.
Obtener el presupuesto sigue siendo nuestro principal problema. Hemos recibido algunas donaciones individuales. Gracias. Como de costumbre, esto nos permite pagar algunos gastos ( esta semana, la paga de los obreros y la pintura), y nos alienta. Hay algunas pistas que exploraremos para encontrar un mecenas.

Para ayudar al Karrek ven, haga click aquí.  


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