
Mantener la harmonia
Las magníficas formas de la parte trasera del Karrek Ven necesitan
una talla muy precisa de las cuadernas para ser conservadas.
Cesar ha abandonado su tubo de cobre para medir las formas y ha empezado
con la plantilla. Una iglesia románica o gótica debe mucho
de su belleza a su estabilidad y a la disposición sin artificios
de sus arcos, bóvedas y cúpulas. Las fuerzas se equilibran
en el edificio, muchas veces inmenso, que desafía el tiempo y maravilla
los ojos.
Las formas de los barcos de madera movidos por el viento consiguen atravesar
el agua sin ofrecerle resistencia y engendrar así el equilibrio
que propulsará el velero, que puede ser muy grande y espléndido
también.
Karrek Ven es un modelo, dejando en su estela menos remolinos que la pequeña
barca moderna que va arrastrando, a pesar de los 80 m3
de agua que desplaza. Es importante mantener esta harmonía, preservar
la forma e incluso restablecerla si se ha deformado un poco.

La plantilla permite trazar las formas con precisión. No cambiamos
más que una de cada dos cuadernas (volveremos atrás en otro
momento), y las tallamos a babor y estribor simétricamente.
A la fuerza

(Ver los textos de los núumeros más abajo).
La estructura de la parte trasera estaba forrada con bellas tablas de
roble de 40 cm de ancho y 5 de espesor. Las piezas del maderamen están
en perfecto estado. Algunos clavos, originales también (clavos
galvanizados de 12 cm), todavía están bien pero otros están
oxidados. Hace treinta años se le pusieron clavos nuevos al barco,
y estos están en muy buen estado.
Para quitar las tablas, hay que arrancarlas utilizando cuñas de
madera dura y forzando con una barra de hierro. Media jornada fue necesaria
para babor, pero, con la experiencia adquirida, en solo dos horas acabamos
estribor.
Estructura del maderamen de la parte trasera

1 - Varenga
2 - Cuadernas
3 - Alefriz
4 - Relleno
5 - Tarugo ataja agua
6 - Codaste
7 - Muerto
8 - Curva del codal
9 - Cucharro
10 - Quilla
11 - Sobrequilla
Los dos pernos dibujados son los únicos aparentes por el momento
(diámetro: 22 mm). Encontramos cabillas ciegas (diámetro:
25 mm, longitud de la aquí dibujada: 85 cm). El metal
es de origen y está en excelente estado, salvo un anillo de óxido
en la unión con la curva, que ha reducido su diámetro en
una cuarta parte.
Pensábamos que el eje de la propela atravesaba un madero masivo
y horizontal puesto sobre elementos de relleno. Es un esquema clásico.
No. Quizas porque la decisión de motorizar el barco se tomó
una vez el maderamen realizado como el de un velero puro y tuvieron que
perforarlo.
Quizás fué una decisión de “vanguardia”:
introducir el metal en la construcción de madera para aprovechar
sus ventajas, entre las cuales, una reducción del volumen de los
elementos utilizados. El Karrek Ven utiliza más metal que un velero
clásico. Sus mástiles son de hierro (para gran orgullo de
sus armadores y marineros: “¡eramos los primeros en tener
mástiles de hierro aquí!”). El lastre es de fundición
bajo la quilla. El timón es de hierro, con un eje que no necesita
estructura de sostén muy importante. La disposición astuciosa
volvió inútil la pieza grande y masiva por la cual el eje
de la propela atraviesa el casco.
Lo descubriremos más tarde. El eje (80 mm) atraviesa sucesivamente
el codaste, la curva del codal y el cucharro. Estas piezas tienen 30 cm
de espesor. El final de la curva del codal acaba cruzándose con
la carlinga. Todos los vacíos, hasta por encima de la carlinga,
estaban llenos de cemento, asegurando un lastre, una rigidez y una protección
del conjunto del maderamen. El cemento subía hasta las cuadernas,
bajo el motor y detrás de él para formar un tanque que recogía
el agua, gasóleo y otros líquidos que chorrean del motor

Prevenir y curar
¡No hay que caer de nuevo en los errores señalados la semana
anterior!
La estación húmeda ha acabado, el tiempo está seco
y la madera lo siente, tanto la nueva como la vieja. Las rajas se abren,
a veces en pocas horas.

Estamos vigilantes, con el pincel, la espátula y la masilla en
las manos. Tratamos incluso lo que vamos a retirar para evitar las deformaciones
debidas a las distorciones de la madera.
La foto aquí arriba muestra, además de los pintores a la
obra, un puntal (amarillo). Mantiene el barco en su posición y
subimos regularmente ese borde con un gato. Se ve también un proyector...Ilumina
la pared de en frente, que separa el barco de la calle. Es el paso favorito
de los ladrones. Por el momento, parece disuasivo.

Cada dos días, el barco es elevado dos metros y apuntalado. Hemos
vuelto a ganar 6 de los 10 centímetros perdidos en la parte trasera
(ver el diario 17).
La situación
Con esta intervención sobre la parte trasera, la restauración
ha conquistado todo el barco. Los problemas son más numerosos y
más complejos que cuando solo se trataba de quitar las cuadernas
sobre los flancos. El rendimiento es por ello menos espectacular.
Sin embargo, Cesar, impertubable, sigue trabajando sus cuadernas, aunque
no pueda colocarlas por ahora para no estorbar con el resto de las obras.
La base metálica del motor va apareciendo, para la felicidad de
Juan quien vuelve a encontrarse con el metal (es su trabajo de origen,
y nos es muy útil ahora).
Hemos hecho una reunión para coordinar mejor las acciones, establecer
un plan de intervenciones, emplear mejor a cada uno. La semana próxima
también será consagrada a la parte trasera.

La roja sigue atacando a la verde, pero gracias a un simpático
cheque Santaclós de 500 €uros (gracias al que lo envió),
nos hemos salvado. Varias promesas de donaciones llegaron esta semana,
de 100 a 500 €uros, de amigos y antiguos marineros del barco.
Otras promesas, anteriores, siguen en suspenso.
Ayuden a la buena de la curva verde a atravesar la línea de los
40 000 €uros antes del fin del año!
¿Como
colaborar? Haga clic aquí.
Desde su astillero, Karrek Ven da un grán bocinazo muy sonoro
con su corneta de niebla, a la vez para que lo recuerden sus amigos y
para desearles un feliz año nuevo! Con sólidas cuadernas
como las suyas, y con la moral muy en alto. Se lo debe todo a su amistad.
A pesar del pesimismo habitual de los informativos, todo no va tan mal...
Por lo menos aquí
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